La franquicia Adlant tiene como objetivo que con su trabajo se evite que cientos de toneladas de producto vacío acaben en los vertederos y puedan ser reciclados. Por ello ha creado una red de franquiciados por todo el país que se encargan de colocar puntos de recogida en múltiples localizaciones.
Los asociados, de este modo obtienen la doble satisfacción de saber que están ayudando al medio ambiente a la vez que perciben un rendimiento económico por su trabajo. Los franquiciados se ponen en contacto con distintas organizaciones, administraciones y empresas para crear acuerdos de colaboración.
Estas entidades obtienen un certificado de gestión de residuos y los asociados envían los consumibles y componentes informáticos a la central para su posterior reciclaje. Hay que recordar que estos productos son considerados contaminantes, por lo que no se deben tirar a los contenedores habituales.